Me mudé en septiembre de 2021. El pueblo era La Cumbre. La provincia era Córdoba, Argentina. Allí vivían mi madre, hermana y sobrinos. Estaba viviendo en Pinamar sin rumbo. Decidí ir a un pueblo muy lindo. Lo bueno es que estaba lejos de Buenos Aires. Y también eso era lo malo.
Trabajar ahí, en la inmobiliaria de mi hermana, fue un primer paso al negocio. Antes había trabajado en Tokko Broker y Zonaprop. Empecé a entender la dinámica del vendedor y el comprador. En un pueblo la dinámica es distinta a la de Buenos Aires. Los ritmos son otros. Las decisiones de compra se alargan en el tiempo. Es todo más informal. Soy bastante estructurado, por lo que me costó adaptarme. Finalmente lo logré.
La decisión de compra o venta de una propiedad es muy importante en la vida de una persona. Ese fue el primer aprendizaje que tuve trabajando en este negocio en un pueblo. Los sentimientos y el patrimonio. Esa es una de las partes fundamentales.
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